21 septiembre 2007

Mas caspa que laca

LLevo intentando escribir este post desde hace unos días, pero debo reconocer que me daba un poquito de pereza.
Empecemos por el principio, como siempre, que es lo mejor.
Voy a hablar de “Hairspray”
¿Por qué fui a verla?
No debo mentir. Hubiese ido a verla incluso si no llego a tener invitaciones para el estreno, pero es una excusa fabulosa…



Había un circo montado bastante divertido, con bailarines que se movían al son de la banda sonora, siempre de la misma canción (poquito coñazo), y una, ¿como decirlo?, marabunta de niñas que debían estar durmiendo ya a esas horas, esperando a Zac, “High School Musical” Efron, con pancartas incluidas, y que cada vez que aparecía alguien gritaban como posesas pensando que eran el, y que intentaban conseguir entradas de ultima hora, o en ultima instancia robarlas.
Luego también había regalitos, como un bote enorme de laca, que seguro que es marca Día y te quedas clavo al segundo idem.
Mas al grano la película no esta mal, entretiene, pero esta claro que tienen que gustarte los musicales. Si no, ni se os ocurra ir a verla.
Esta basada en el musical de Broadway, que a su vez se basaba en una película no musical.
El argumento, bastante chorra, es que, la chica gordita del instituto, súper in love del guapo del insti que canta además en su programa de tv favorito, por cosas del destino acaba participando en dicho programa, a pesar de la mala de turno, una estupenda y demasiado flaca Michelle Pfeiffer. Meten a calzador el argumento del racismo como tema serio, que en la película original casi ni se contemplaba (Ahí el tema reindivicativo era ver la marginalidad de la familia por ser diferentes y no encajar con el prototipo del “American way of life”)
El reparto está bastante bien.
Se nota que se quieren llevar a las “carpeteras” de calle poniendo al niño guapo de semi prota, sin saber que dentro de unos años probablemente salga del armario.
El papel de Tracy lo interpreta Nikky Blonsky, una genial debutante, a la que nadie hizo caso en el estreno, y que llena la pantalla, bromas fáciles aparte, desde que sale en pantalla.
El papel de su madre, interpretado en las tres versiones por hombres travestidos (¿Divine?), aquí recae en John Travolta, que aún anda pidiendo perdón, y no es broma, a los cienciologos por vestirse de mujer y darse besos con un hombre.
Michelle Pfeiffer, en su vuelta a la pantalla, hace una interpretación muy correcta, pero no se, le falta algo (Entre otras cosas algún que otro kilito) aunque hay que ver que guapa es esa mujer.
A destacar también Queen Latifah, aunque siempre parece que hace el mismo papel, sea la película que sea.
Debo decir que ya tengo la banda sonora, que es algo marchosilla y divertida, y que una de las canciones consigue hacerme sonreír siempre que la oigo, no solo por su mensaje positivo y bla bla bla, sino por su cursilería apabullante.
Aquí os dejo con el tema de marras. (Me encanta la voz de la tía, por cursi que sea)


Con lo de “mode” que están ahora los musicales, por lo menos en su versión teatral, no sería extraño ver pronto, si consigue una buena taquilla (No tanto como en EEUU que debutó como “El musical cinematográfico mas visto en su primer fin de semana de estreno”) una versión en tablas. Me gustaría saber quien interpretaría aquí el papel de la madre…

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